Contatori per sito
contadores web

* Todos los textos publicados en el blog pueden ser utilizados, mencionando la fuente. Aquello que no tienen referencia externa -texto y/o imagen- pertenecen a la responsable del sitio.

* Ediciones Orillera es un sello de autor (2009) con el que llevamos publicados diez libros. Podés pedirlos aquí orillera@gmail.co o al teléfono +549 2954 614932

* Literatura infantil y juvenil

jueves, 18 de febrero de 2010

La vida secreta de Hilario


Hilario usa un delantal azul, como de cocinar (pero no es de cocinar) para que el polvo de las cajas no le ensucien ni la panza ni el pecho. Trabaja en la libreria " El petiribí colorado" , que vende libros hermosos para niños y para grandes además de ofrecer lápices con punta ya sacada, gomas de borrar con sabor y muchos artículos más. Hilario, con un carrito como de ferrocarril ( pero no es de ferrocarril) traslada libros de aquí para allá, apila cajas y ordena papeles. En un rinconcito del depósito hay una mesa con un termo colorado como el petiribí
( pero no es el peti...ya saben) y una fuente de plástico que siempre trae de su casa con torta casera o chipá. A las menos cuarto y a las y media, se toma dos recreos y unos mates calientes. Después, sacude las migas del delantal y se dirige a ordenar la estantería llena de pliegos de papel. Ahí te quiero ver. Es su lugar preferido. Le en-can-ta tocar la textura del papel barrilete que le recuerda su infancia; a-do-ra descubrir los colores nuevos de las cartulinas, los papeles de forrar, el araña verde, el araña rojo...pero de-li-ra con los estampados que tienen dibujos de vacas con terneros, vuela, lucha y defiende a los buenos con los héroes y despliega su vida secreta por cada rollo de papel. Ayer, mientras Camila buscaba unos libros de cuentos, me asomé y lo ví des-lum-bra-do frente a una multitud de pequeñas Saras Key
" Vuelven" , me dijo sin ninguna timidez ni titubeo...vuelven y continuó acomodando la pila como si nada.

martes, 16 de febrero de 2010

Otra luz

La casa de la esquina, que otrora fue zapallo, ha sufrido modificaciones. No solo se fueron los hijos que escupían carozos de ciruela por la ventana, sino que también se murió Oliverio, el ovejero alemán. De aquellos carozos crecieron árboles y uno de ellos, precisamente el que nació de la ciruela remolacha, se hizo grande grande grande. También se murió la abuela; Juan Pedro-el sobrino que había venido a vivir a la esquina mientras iba a la facultad- no se recibió de nada, pero se fue. Mientras se iba, crecieron un paraíso sombrilla y tres duraznos briscos, esta vez, producto de los carozos sacudidos en la vereda junto con las miguitas del mantel.
En la vereda, precisamente, rodeando al ciruelo (Helo al ciruelo) de carozo remolacha, crecieron geranios varios, un aromo y un olivo. (La verdad que Juan Pedro hubiera podido recibirse en todo ese tiempo... pero no. En fin, tampoco es que la vida sea ir hacia a un solo sitio)
Luego de la muerte de Oliverio hubo divorcio, visita de la tía del campo, tres novios, novietes noviecitos... de los cuales uno perdura pero vive en su casa.
Taza, taza, cada cual en su.
La tía sumó madreselvas al jardín, reinas de la noche y ruda. Ruda contra la mala suerte. Antes de irse compró un jamón crudo entero, que nada tiene que ver con el jardín pero, ¡nos gustó mucho!
Taza, taza, cada cual a su...
La casa de la esquina se fue vaciando de familia y llenando de verde, de pájaros, de frutas, de aromas, de raíces, de hojas, de sombras. Abrimos ventanas nuevas y apareció otra luz.
Otra luz.
Otra luz.
La casa de la esquina, que otrora fue zapallo, se convirtió en la casa de la luz.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Una niña de otra dimensión


La veo sentada en el borde de la vereda con una pollerita azul y un gorro de lana. Pícara. Curiosa. De la mano derecha sale un piolín con globo y por los alrededores anda el gato. Apenas un segundo y ya está saltando. La niña. Ahora corre con el globo atrás del gato. Nombra un árbol y el árbol aparece, dice cosas a media lengua, a media voz y canta. Entonces se ilumina la tarde, las nubes se disuelven, canta el árbol, canta el globo, canta el gato. La pollerita azul está bailando y gira con la niña; con las hojas de otoño se forma un remolino y todos vuelan: La niña las hojas el globo la pollerita azul. El remolino trepa y trepa y el viento se hace brisa y pluf. Sobreviene la calma. En la vereda solo queda su gorro de lana. Cuando vuelven todos los del barrio para saber para buscar para hablar para encontrar para denunciar para teorizar para escandalizar para dramatizar para …para cuando vuelven, la niña ya está lejos y a salvo del mundo. Con las cosas que nombra, con el árbol, con el globo y su gato, perfectamente instalada en otra dimensión.


* Foto Hija China, ¡en China!