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* Ediciones Orillera es un sello de autor (2009) con el que llevamos publicados diez libros. Podés pedirlos aquí orillera@gmail.co o al teléfono +549 2954 614932

* Literatura infantil y juvenil

miércoles, 25 de febrero de 2009

De un hombre y de una mujer


Capítulo I

Alberto y Delia estaban cazados mutuamente desde 1985. Marido y mujer. Casados.
Ayer, mientras él guardaba un peine en el bolsillo trasero de su pantalón, le dijo
"estás complicada, no te entiendo. Eso de que querés que hablemos, que yo te cuente. No sé qué querés que te cuente, no sé, si yo te cuento todo."
Y se fue a trabajar.
Y se repitió la escena varias veces.
Y de nuevo Alberto guardaba el peine donde ya sabemos y dijo: " mirá, creo que lo mejor es que me vaya. Estás muy complicada, perdoname, perdón.. no soy el hombre que vos merecés…" .
Y se fue a trabajar.
Y se fue a vivir con Paula, una compañera de oficina ( que parece que lo merecía desde hacía ya bastante tiempo).
Delia no se gastó ninguna lágrima, se gastó dos cuadernos. Cada día escribió una página que la ayudara a encontrarse en su " complicación" y su " merecimiento" .

Capítulo II


Complicación:

Soy una casa con yuyos en el techo. Soy una casa con ventanas sin cortinas y en la ventana, hay un gato.
Soy un cuadro de la pared, torcido. Una naturaleza muerta con zapallo y tetera.
Soy una forma de dibujo adentro de una nube ( que no es " un helado"), es un dibujo en una forma de nube.
Me hubiese gustado beber agua del ombligo de Alberto, y el agua se corría y yo lamer…
A veces me siento con ganas de cocinar, de escribir, de planchar bien el cuello de la camisa celeste ( de Alberto) y otras, no. Otras veces me quiero dormir como si estuviera muerta pero no estaba muerta porque era un juego. Ahí mismo Alberto me acaricia. Me recorre el contorno con el filo de la mano y me despierto para siempre.
Estoy despierta para siempre.
Soy un laberinto y un cascabel. Una mujer que subraya lo que lee, que le gusta y subraya. Sé barrer la vereda muy bien y hablo con las plantas, fundamentalmente con el jazmín hablo.
Soy un poco terca pero soy responsable.
Etcétera, soy.

Capítulo III

Merecimiento:

Soy una casa con yuyos en el techo. Soy una casa con ventanas sin cortinas y en la ventana, hay un gato.
Soy un cuadro de la pared, torcido
(...)
Etcétera, soy.

Fin


* Ilustración de http://www.azuldecorso.com.ar/ Presentación proyecto publicación Pecha Kucha, Ciudad Konek, Bs As 2008.-

miércoles, 18 de febrero de 2009

Adolescencia


Salen iluminados por la bola de espejos. Casi las seis de la mañana. Se mezclan los olores, los nombres, los sexos. Hay una chica rubia que duerme sobre un hombro con tatoo de pescaditos. Uno tiene pelo con cresta colorada. Otro lleva un aro de diente de leche y parece que el mismísimo ratón Pérez, le muerde la oreja. Ríen estridente. Se tocan sin pudor. Celulean. Mensajean. Sentado en el cordón de la vereda hay uno descompuesto, casi besa el asfalto. Otros se besan bien ( no casi). La ciudad ya está puesta: las veredas, los árboles, los barrenderos . Mabel y Marta espían por la ventana : menos mal que nosotras criamos a todos nuestros hijos antes de que viniera eso de la adolescencia...
* " Dos adolescentes" . Salvador Dalí

domingo, 15 de febrero de 2009

Coralear


Se escapaba. ¿Se escapaba? No lo supe nunca pero dejé de verlo cruzar la calle manipulando su silla de ruedas. A mi me gusta mirar el mundo desde el balcón, riego unos corales blancos y le converso al catus cada mañana. Los corales son fieles y florecen por bastante tiempo,el cactus me lo regaló Manuel que ni es fiel ni florece, pero le quiero. Le quiero, en neutro, como declaman las heroínas de la novela " Sin tetas no hay paraíso". No habrá. ¿?. Si no modifico el horario para abrir las ventanas, la vida que pasa se mantiene constante: el viejito que se escapa en la silla de ruedas; un perro marrón que mea cada 5 metros y el autobus- vocabulario culebrón- el bus de las menos un cuarto.
Anoche comimos chana masala con arroz y un naan con curry para festejar el viaje de Edith, el fin de las vacaciones.... Marisa se jubiló y parece que se quedará sola porque Anita decidió vivir en Chile; Julia conoció a un domador en la fiesta del caballo y se divierte sin hablar. Estuvo rica la cena y se nos hizo tarde pero hoy, puntual, mi balcón al mundo se abrió para que yo coralee. El perro, el bus, ese aire fresco y expectante del día...menos el viejo que huye, que huía veloz manipulando su silla de ruedas. Me queda conversar con el cactus antes de ir a la oficina con los alfajores de Gesell y el vestido escotado (que vean que estoy bronceada, que no engordé en la playa... ). Aprovecho las espinas para comentar del viejo y me voy al lunes. Otra vez.

sábado, 14 de febrero de 2009

...nunca tendrán parangón.


Tenía que ser y fue. La tía Nora y el tío Marcial llevaban 38 años de casados y vivían en una casa con ventanas pequeñas, al lado de la nuestra. Tuvieron tres hijos que se fueron lejos del barrio y sólo les quedó un perro obeso y la quinta de hierbas aromáticas, como toda ocupación. El sabor de la tarta de manzanas de la tía y los potajes en olla de barro de Marcial, nunca tendrán parangón.
Marcial se enfermó de golpe y murió demasiado rápido para nuestro consuelo. La tía, cada vez que empezaba la semana le decía: “ Si te morís el lunes, yo te acompaño el martes” ; “ Si te morís el martes, yo te acompaño el miércoles” ; “ Si te morís el miércoles, yo te acompaño el jueves” …Y regaba y medía la altura del estragón como queriendo estirar las plantas y la vida. Se murió un viernes, Marcial, y al día siguiente….Tenía que ser y fue. Nora se fue el sábado, sin que ninguno de nosotros imagináramos que él, tan inmediatamente, se lo iba a reclamar.
*estragón